En la actualidad, aplicaciones y servicios están interconectados entre sí gracias a las API. Si has oído hablar de estas siglas, pero no sabes muy bien qué se esconde detrás de ellas, has llegado al lugar indicado. En los siguientes apartados encontrarás todo lo que debes saber acerca de estos protocolos informáticos.
Descubre con nosotros qué es una API, para qué sirve y cómo funciona. Con el fin de que todo quede bien explicado, aquí también encontrarás ejemplos de uso de las API. ¡Comenzamos!
¿Qué es una API?
API son las siglas de Application Programming Interfaces. O lo que es lo mismo en español Interfaz de programación de aplicaciones (IPA). A pesar de que la traducción es esclarecedora, aquí continuaremos utilizando API como denominación principal, ya que se trata de la que mayor aceptación tiene a día de hoy.
En esencia, las API son protocolos informáticos que permiten a un desarrollador comunicar un programa con aplicaciones o servicios externos. Este tipo de diseño de programación permite estandarizar las relaciones entre dos aplicaciones y allanar el camino a los desarrolladores para que integren servicios y aplicaciones de otros. Como consecuencia, se hace posible que ambas se envíen información de forma unidireccional o bidireccional, según sea necesario.
Por lo general, el funcionamiento de las API de cara al usuario final es invisible. El resultado de emplear alguno de estos protocolos informáticos dentro de un software es agregar funcionalidades gracias a la interconexión entre dos o más plataformas. Evidentemente, esto enriquece la experiencia de usuario.
¿Para qué sirve una API?
Una interfaz de programación de aplicaciones, o API por sus siglas en inglés, es un elemento de comunicación entre aplicaciones que facilita la integración entre más de un software. Para entenderlo mejor, podemos asemejar el desarrollo de una aplicación a hablar un idioma. Cuando un programador crea un software, por decirlo así está creando su propio lenguaje. La API es el diccionario que facilita a otros programadores producir aplicaciones que entiendan ese idioma y que, como consecuencia, sean capaces de comunicarse entre sí.
Las API también sirven para que el programador controle el nivel de acceso que tendrán otros desarrolladores a su aplicación. Para comprender este punto, fíjate en estos ejemplos:
- Una aplicación o servicios sin API. Se trata de un desarrollo completamente cerrado que no admite la integración de otros servicios. Es decir, no se proporciona un diccionario para entender su idioma y eso evita que otros accedan a sus funciones.
- Una interfaz de programación de aplicaciones exclusiva. En este caso, nos referimos a una API que permite integraciones muy concisas. Quizá se utilice para desarrollar aplicaciones en una misma empresa o con socios seleccionados. Pero, sin importar el fin, en ningún caso se hacen públicas las especificaciones.
- API pública. En este caso, todas las instrucciones se publican como parte de la documentación para desarrolladores de la aplicación. Es el nivel de integración más alto, pues permite que cualquier programador interactúe con la plataforma a la cual pertenece la API.
A todo esto, debemos sumar que una API no está presente únicamente en las aplicaciones, sino también en sistemas operativos. Con estos protocolos informáticos, los desarrolladores acceden a las distintas partes del SO y logran una integración total de sus programas.
Cómo funciona una API: ejemplos prácticos
Esperamos que las explicaciones que te hemos facilitado hasta ahora te hayan ayudado a entender mejor qué es una API y cuál es su objetivo. Sin embargo, para esclarecer aún más el asunto, permítenos que pongamos algunos ejemplos prácticos para mostrarte cuál es el funcionamiento de una interfaz de programación de aplicaciones.
Controlando el acceso a los recursos
Tal y como hemos explicado, las API también están presentes en los sistemas operativos. En este contexto, se parecen a cajas de herramientas con fines muy concretos que facilitan el uso de recursos de un dispositivo por parte de las aplicaciones. De hecho, las API juegan un papel fundamental en la seguridad y la privacidad. Como son obligatorias para los desarrolladores, el sistema operativo siempre tiene conocimiento de la clase de recursos que aprovecha un software.
Para muestra, un botón. Imagina que descargas una aplicación para localizar los mejores restaurantes cerca de tu ubicación. La única manera de obtener tu posición por parte del software es pasar por la API de geolocalización del sistema operativo, que actúa como un puente entre la aplicación y el hardware correspondiente. Esto evita que el software que instalas en tu móvil tenga acceso libre a tu posición y sea el sistema operativo quien gestione la solicitud. Gracias a este hecho, el SO es capaz de emitir un aviso para informarte de que se va a obtener tu posición exacta. Además, la API permite gestionar la geolocalización como un permiso, otorgando el control al usuario.
Servicios que se comunican entre sí
¿Has iniciado sesión en una plataforma o en una aplicación con tu cuenta de Facebook, Google o Apple en alguna ocasión? En la mayor parte de los casos, eso ha sido posible gracias al estándar OAuth. Este es uno de los protocolos informáticos en forma de API más populares del momento.
Desarrollo de clientes para acceder a servicios
El último uso que queremos explicarte para mostrarte el alcance de las API es la creación de software para acceder a servicios externos. Piensa por un momento en un desarrollador que decide crear un cliente para acceder a Twitter. Para lograrlo, deberá utilizar el idioma propuesto por la compañía, es decir, la interfaz de programación de aplicaciones. Solamente así tendrá la capacidad de dotar a su aplicación de funcionalidades compatibles con la red social y desarrollar una aplicación cliente de la plataforma.
Protocolos informáticos bajo control con Arroba Solutions
Si crees que ha llegado la hora de la transformación digital en tu empresa, en Arroba Solutions te asesoramos y te ayudamos a implantar las mejores soluciones tecnológicas, incluyendo API que abran tus servicios a otros y mejoren la experiencia de usuario.